Se realiza por vía oral mediante una endoscopia y consiste en la realización de una serie de pliegues en el fundus gástrico para modificar el tamaño y la forma del estómago y reducir así su capacidad y estimular la sensación de saciedad prematura.
La duración de la intervención es de unos 40 minutos y se realiza bajo anestesia general. Como se trata de una intervención mínimamente invasiva, está considerada de bajo riesgo y el ingreso hospitalario suele ser de tipo ambulatorio o de tan solo 24 horas. Como no hay incisiones ni heridas externas, el proceso de recuperación es rápido y poco molesto.
Los pacientes empiezan a perder peso durante las 4 primeras semanas posteriores a la intervención. El resultado final del tratamiento dependerá en gran medida del nivel de adhesión al programa de reeducación de hábitos alimenticios y de estilo de vida.